
En la actualidad hay más de 100 comercializadoras de luz sobre las que elegir. Si a esto le añadimos el abanico de tarifas que se descubre ante nosotros, puede sobrecoger. De hecho, hay estudios de mercado en los que el cliente que busca cambiar de compañía de luz siente que tiene una tarea complicada a la que no quiere enfrentarse. Hay ciertos paralelismos con un niño que posterga el momento de hacer los deberes cuando no tiene ni idea de por donde empezar.
Jóvenes y dinámicas
Las tres empresas tienen en común su acercamiento dando máxima importancia al cliente, como dicen en inglés “customer-centric“. Tienen los procesos muy depurados y esto hace que una buena experiencia de usuario esté casi asegurada.
La crisis energética les ha hecho mucho daño
Hasta hace pocos meses, Lucera y Pepe Energy tenían dos tipos de tarifas: una con un precio fijo por período y otra indexada o “precio de coste”. Sin embargo, con las subidas tan bruscas en los precios de la luz, las dos compañías han optado por dejar sólo sus tarifas indexadas. Al fin y al cabo, estas tarifas trasladan toda la volatilidad al cliente, haciendo que las tarifas sean menos competitivas, pero evitando sustos en las cuentas de las comercializadoras. OVO Energy, por su parte, ha ofertado (desde que tenemos constancia) su Tarifa Verde, que es indexada también.
Comercializadora y tarifa | Tarificación | Gastos de gestión |
Lucera – Luz a precio de coste | Indexada | +4,90€ / mes |
Pepe Energy – Tarifa Eco | Indexada | +4€ / mes |
OVO Energy – Tarifa Verde | Indexada | +3,50€ / mes |
De hecho, con la subida repentina de precios, se ha podido ver como la reputación online de las tres compañías se ha visto perjudicada notablemente. La única que ha aguantado bastante bien el envite es OVO Energy que mantiene un 4,5/5 en Google Rewiews (con 188 valoraciones). No se puede decir lo mismo de Lucera, que ahora tiene un 2,8/5 en Google Reviews (con 169 opiniones), o de Pepe Energy, que puntúa con un 2,1/5 en Google Reviews (con 11 opiniones). El esfuerzo por ser “customer-centric” se ha visto delucido por una crisis sin precedentes que ha resultado en que sus clientes hayan estado pagando unas facturas altísimas.
¿Cambian los vientos?
Sin duda 2020 fue el año para las tarifas indexadas ya que eran las más competitivas. 2021 (y comienzos de 2022) ha sido un tramo muy negativo para este tipo de tarifas, habiéndose convertido en algunas de las tarifas más caras del mercado. Ahora bien, ¿qué nos depara el futuro? Es imposible saber a ciencia cierta lo que hará el precio de la energía. No obstante, hay indicadores como los precios futuros de la energía, que nos pueden dar una pista. Según estos precios, parece que la segunda mitad de 2022 los precios podrían moderarse. Del mismo modo, se espera que en 2023 los precios sean mucho más razonables (entre 100 y 200 € / MWh).
En caso de bajar significativamente los precios de la electricidad, las tarifas indexadas serían las más atractivas, ya que trasladarían inmediatamente dicho ahorro al bolsillo de sus clientes. Las tarifas fijas, al estar gran parte de ellas parcialmente “protegidas” (se ha comprado una cantidad de energía a modo de seguro para poder mantener el precio a los clientes), es probable que tardasen más tiempo en bajar sus precios (si es que lo hacen).