
Con la sociedad cada vez más preocupada por el cambio climático y la escasez de las energías no renovables, los gobiernos se han puesto manos a la obra para intentar conservar nuestro planeta en buen estado. Por ello, seguramente, has escuchado el término «certificado energético». También se lo conoce como certificado de eficiencia energética o etiqueta energética (aunque hay diferencias), pero ¿sabes qué es realmente? Si te gustaría conocer más detalles sobre este certificado y cómo puede ayudarte a ahorrar en tu día a día, ¡no te pierdas este artículo!
¿Qué es el certificado energético y para qué sirve?
Para comenzar, el certificado de eficiencia energética es una clasificación que se le da a una vivienda. Tras hacer un estudio del inmueble, un técnico cualificado redacta el documento oficial y se emite el certificado energético. En este documento, se informa sobre sus características energéticas, su nivel de eficiencia y otros detalles relacionados. Por ejemplo, el nivel de emisiones de CO2 de las instalaciones de un inmueble o su nivel de aislamiento térmico.
Desde el año 2013, este certificado es obligatorio para las viviendas en alquiler o venta. No obstante, según avanzan los años, el certificado va incluyendo nuevos requisitos o nuevas definiciones para mantenerse al día con las nuevas tecnologías. Un ejemplo son los cambios introducidos en el Real Decreto 390/2021 para adaptarse mejor a la normativa europea.
¿Y la etiqueta de eficiencia energética?
Aunque son conceptos similares, la etiqueta y el certificado no son lo mismo. Ambos indican el nivel de eficiencia energética y, además, lo hacen con la misma clasificación de letras. Sin embargo, el certificado se usa para edificaciones y viviendas, mientras que la etiqueta es para electrodomésticos.
Para que sea fácil de entender y visualizar, ambas clasificaciones se dividen en letras de la «A» a la «G» y en colores del verde al rojo. Así pues, las viviendas y electrodomésticos con la clasificación «A» (de color verde intenso) serán mucho más eficientes que los que tengan la clasificación «G» (de color rojo). De igual manera, los de mejor clasificación serán mucho más respetuosos con el medio ambiente.
Pero, eso sí, ¡no te asustes si no encuentras ningún aparato con la clasificación «A»! Recientemente, en marzo de este mismo año, la etiqueta se ha modificado para que sea aun más fácil de entender. Y, entre estas modificaciones, indican que dejan reservada la «A» para mejoras en las tecnologías actuales.
Además, de datos sobre la eficiencia, la etiqueta también incluye datos del fabricante, la marca y el modelo, o incluso el ruido que hace en funcionamiento. Así mismo, si quieres conocer más información, el certificado energético incluye un código QR que te lleva a la base de datos de la Unión Europea.

¿Cómo te puede ayudar a ahorrar este certificado?
¡Muy fácil! Aquellos electrodomésticos o viviendas con una mejor calificación te permitirán ahorrar en la factura de la luz más que los que tengan un nivel más bajo. Piensa que, cuando más eficiente sea, menos potencia consumirá. De hecho, un electrodoméstico con un bajo nivel puede llegar a consumir el triple de potencia que aquellos mejor clasificados. O, por ejemplo, una vivienda con un mal aislamiento te hará gastar mucho más en calefacción
Así que, a la hora de adquirir una vivienda o un electrodoméstico, no olvides mirar su etiqueta o certificado energético. Dentro de tu presupuesto, opta por el que tenga un nivel más cercano al verde. Al principio, puede parecer una gran inversión, ¡pero lo agradecerás en cuanto te llegue la factura!
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