
Con todas las ventajas de vivir en una ciudad, muchas veces, olvidamos que no todo el mundo tiene acceso a las mismas comodidades. Este es el caso de la gente que vive en el campo o en zonas rurales. Por desgracia, no siempre tienen acceso a internet y, cuando lo tienen, no funciona tan bien como en las urbes. No obstante, si este es tu caso, debes saber que tienes varias opciones para recibir una conexión estable y con una buena velocidad. Y esto se debe al internet rural. ¿Quieres saber qué es y qué opciones tienes? Léelo a continuación.
¿Qué es el internet rural?
Antes de empezar es importante saber que, aunque España sea uno de los países con mayor red de fibra óptica desplegada de Europa, las zonas rurales siguen siendo la gran olvidada. De hecho, en el año 2020, un 10 % de la población del país (sobre todo, las de áreas rurales de Castilla y León) no tenía acceso a esta fibra. Por lo tanto, ha sido imperativo ofrecer alternativas a la fibra que puedan cumplir con las necesidades de la población. Y así nació el internet rural.
Por definición, se considera internet rural a todas las alternativas de conexión de banda ancha que permiten que las zonas rurales accedan a internet. Por suerte, cada vez hay más investigación en este campo y, gracias a ello, cada vez hay más alternativas. Por desgracia, estas alternativas todavía no están al nivel de la fibra óptica y sufren algunas limitaciones. Verbigracia, suelen tener una menor velocidad y limitaciones de conexión (como cuando se te acaban los datos). Además, por norma general, su precio es superior al de la alternativa más «tradicional».
Si vivo en el medio rural, ¿qué opciones tengo para acceder a internet?
A día de hoy, tienes varias opciones para disponer de una conexión al internet rural. Así que no te las pierdas.
ADSL rural
Entre sus ventajas, se encuentra la estabilidad que proporciona el cable. No obstante, la velocidad que puede alcanzar no se acerca a los gigabytes, tendrás que pensar en megabytes. Normalmente, contarás con entre 10 Mb y 30 Mb de conexión.

WiMax
Si has manejado internet en los últimos años, debes estar familiarizado con el ADSL. Para decirlo de forma sencilla, el ADSL es la conexión a internet mediante el cable del teléfono. Hasta la llegada de la fibra, era el tipo de conexión más usado en el país y, por ello, más del 90 % de la población cuenta con un cable de teléfono para el fijo. Pues, el ADSL rural es la conexión que llega por este medio a las zonas rurales.
Otra opción es WiMax. Si no te suena, es normal, ya que todavía no se ha hecho muy conocida. Se trata de una alternativa al cable: internet por ondas de radio. Es decir, este tipo de internet rural no requiere cables, ya que las ondas se transmiten a larga distancia (entre cincuenta y setenta kilómetros) desde el punto de emisión. Para que se entienda mejor, es como si te conectaras a un punto wifi que está a setenta kilómetros de tu casa.
La ventaja principal de esta opción está clara: puedes alcanzar velocidades de hasta un gigabyte. No obstante, es indispensable estar cerca de un punto de emisión y, al no funcionar con cable, la estabilidad puede fallar en ciertos momentos.
Internet por satélite
La siguiente alternativa de internet rural de la que dispones es internet por satélite. Aunque el nombre se explica a sí mismo, se trata de la conexión a internet mediante satélites. Por supuesto, la gran ventaja que esto implica es que llega a todas las partes del globo. ¡Incluidas las áreas rurales más apartadas!
No obstante, también tiene un gran «pero» y esa es la velocidad. Digamos que, si tu propósito es jugar a videojuegos o hacer videollamadas, la latencia dejará que desear. Igualmente, la estabilidad de la conexión depende de la saturación de la red e incluso del clima. Y, además, para acceder a este tipo de internet rural, deberás instalar una antena parabólica en casa.
Internet móvil o 4G
Para finalizar, hay que mencionar el 4G en casa. Es decir, si tienes cobertura 4G, podrás acceder a internet mediante un módem sin tener que instalar nada más. Además, podrás llevarlo contigo a cualquier parte siempre que haya cobertura. Como desventaja se encuentra el hecho de que, si en tu zona no hay cobertura, no podrás acceder a este tipo de internet rural. Igualmente, tendrás que controlar el uso de los datos y tener en cuenta que la velocidad máxima suele rondar los 50 Mbps.
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